miércoles, 31 de octubre de 2012

Jornada abierta del 10 de noviembre






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Black Square, 1915, Oil on Canvas, The State Tretyakov Gallery, Moscow
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Kasimir Malevich - 

LA PULSIÓN AÚN Y SUS VICISITUDES

De las pulsiones parciales al objeto causa de deseo
La sublimación. La dignidad es de la cosa.
  La sublimación como vía para pensar el sujeto


Docentes : Dra Isabel Dujovne y Lic. Ana Cello
Coordinación Dra Alicia Killner

Bibliografia
Freud: 3 ensayos para una teoria sexual
Freud: Interpretacion de los sueños : sueño de Anna Freud: Fresas, fresas silvestres, huevos, papilla
Freud: Pulsiones y sus destinos
Freud: Introducción al Narcisismo
Freud: Un recuerdo infantil de Leonardo da Vinci
Freud: La negación
Lacan: Seminario 11. La pulsion parcial y su circuito

A la una habrá pequeño ágape por el fin del año y de la gestión.

Las personas que asistan a esta actividad serán invitadas a participar de las Jornadas Winnicott a realizarse en APA ese 

sábado, 27 de octubre de 2012

El sueño de Anna


Admitiendo que las palabras que los niños suelen pronunciar dormidos pertenecen también al círculo de los sueños, comunicaré aquí uno de los primeros sueños de la colección por mí reunida. Teniendo mi hija menor diecinueve meses hubo que someterla a dieta durante todo un día, pues había vomitado repetidamente por la mañana. A la noche se le oyó exclamar enérgicamente en sueños:
«Ana F(r)eud, f(r)esas, f(r)ambuesas, bollos, papilla.» La pequeña utilizaba su nombre para expresar posesión, y el menú que a continuación detalla contiene todo lo que podía parecerle una comida deseable. El que la fruta aparezca en él repetida constituye una rebelión contra nuestra policía sanitaria casera, y tenía su motivo en la circunstancia, advertida seguramente por la niña, de que la niñera había achacado su indisposición a un excesivo consumo de fresas. Contra esta observación y sus naturales consecuencias toma ya en sueños su desquite.
Si consideramos dichosa a la infancia por no conocer aún al deseo sexual, tenemos, en cambio, que reconocer cuán rica fuente de desencanto y renunciamiento, y con ello de génesis de sueños, constituye para ella el otro de los dos grandes instintos vitales.