martes, 9 de noviembre de 2010

Síntesis de la clase de octubre dada en Mercedes


Síntesis de la clase del 22 de octubre en Mercedes.

Docentes: María de las Mercedes Amado de Zaffore y Raúl Neumann.

En un soleado sábado de octubre viajamos a Mercedes. Al llegar nos encontramos con algunos de los colegas que habían asistido a las clases anteriores.

Los temas centrales desarrollados fueron: el objeto oral en Freud y Lacan y las Patologías del circuito oral con los trastornos de la alimentación (anorexia-bulimia).

Dijimos que Freud mostrò que las pulsiones sexuales funcionaban apoyàndose en las de autoconservaciòn, lo que significa que èstas señalan a las sexuales el camino hacia el objeto. Esta nociòn de apoyo aclara en parte el complejo problema del objeto pulsional. Si nos referimos por ejemplo a la fase oral, el objeto es en el lenguaje de la pulsiòn de autoconservaciòn, lo que alimenta; en el lenguaje de la pulsiòn oral, lo que se incorpora, con toda la dimensiòn fantasmàtica que comporta la incorporación. El análisis de los fantasmas orales
muestra que esta actividad de incorporación puede referirse a objetos completamente distintos a los de la alimentación, caracterizando entonces la relaciòn de objeto oral.

La nociòn de apoyo o de apuntalamiento es indisociable de la teoría pulsional de la sexualidad. Desde “Tres ensayos…” (1905) Freud explica que las pulsiones parciales estàn ligadas con ciertas funciones vitales que les sirven de soporte, teniendo un origen comùn: las mismas fuentes y objetos –la satisfacción de la pulsiòn oral se apoya en la satisfacción alimentaria ligada a las necesidades de nutriciòn.-

La incorporación constituye un fin pulsional y un modo de relaciòn de objeto caracterìstico de la fase oral; si bien guarda una relaciòn de privilegio con la boca y la ingestión de alimentos, tambièn puede vivirse en relaciòn con otras zonas erògenas y otras funciones. Contituye el prototipo corporal de la introyecciòn y de la identificación.

Algunos psicoanalistas hablan de estadìo oral para referirse al primer estadìo de evolución libidinal, caracterizado por el hecho de que el lactante encuentra su placer en la alimentación, la actividad de la boca y los labios. El placer de chupar, ligado primero a una necesidad fisiològica, se convierte en el lugar de una actividad autoeròtica, que constituye el primer modelo de toda satisfacción sexual. En 1915 Freud insiste en el carácter canibàlico del estadìo oral: la relaciòn que se instaura con el objeto del deseo es la de comer-ser comido, relaciòn llamada de incorporación.

Freud le da a “lo oral” una gran importancia para la determinación de la vida sexual futura y sobretodo para la posterior elecciòn de objeto.
En la relaciòn del niño con el seno, este aparecerà  como esencialmente perdido y “encontrar al objeto sexual no es en suma sino volver a encontrarlo”.

Para Lacan la funciòn del objeto es la de ser aquèl que permite el recorrido de la pulsiòn. Esta emana de la fuente, bordea al objeto y regresa a la zona erògena lugar de satisfacción. Para este autor lo activo-pasivo, el lugar del sujeto-objeto, no son màs que el “trayecto de la pulsiòn”, recorrido para su satisfacción.

El objeto de la pulsiòn es el objeto a, que podrìamos asimilar al concepto de objeto perdido en Freud, resto no simbolizable que opera como causa del deseo y de la repetición, en la bùsqueda de un encuentro imposible con el objeto.

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